Palabras de Carmen Berenguer en Lectura Poética de Astrid Fugellie en la Feria Internacional del Libro de Santiago 2012
En off
Astrid Fugellie
Querida Astrid, nos conocemos muchos años, eres autora de más de una
decena de libros, vale decir eres una autora que produce lenguaje literario. Que
abre decires en sus discursos literarios por medio de un riguroso trazo
poético.
¿Desde donde cursa su
gesta la autora y poeta Astrid Fugellie? Creo que a estas alturas ya lo
sabemos: Desde un sujeto que despliega un lenguaje de suyo.
Sabemos las que escribimos
poesía que en chile no es fácil escribir, y decirse poeta. Existe un enorme paraguas que da sombra, por
los tiempos de los tiempos y que amen hayan pasado el siglo perviven. Y los
cancerberos, continúan allí, los mismos que piensan que el lenguaje es fijo.
Por otro lado, es decir
por el mismo lado, como la lengua muda de prenda en prenda, es exigente nuestro
tiempo y conviene mantener la cabeza fría y los pies calentitos, ya que nos
obliga a pensar que lo que requiera decir con el lenguaje que quiera emplear
será siempre una utopía llegar apropiadamente con la lengua de nuestro
imaginario.
Nuestra autoexigencia
es pensar en eso todo el tiempo, como una obsesa, ofuscada, terca e insistente,
deslumbrada y fascinada, neurótica, perturbada, posesa, para no quedar
encerrada en el gueto.
Es importante de si
vale la pena dar esta pelea por la lengua, como lo hizo Sor Juana Inés de la Cruz , por los espacios que
ocupamos en la sociedad civil y cultural del país, es importante reiterar lo
que dice Pierre Bourdieu en el ensayo : “La dominación masculina”. Y esta
dominación está tan incorporada en nuestro inconsciente simbólico ancestral de
la lengua, que creemos aquello que la poesía es según San Tadeo que nos dicta
la ley literaria desde el Opus Dei, creemos lo que dice un erudito académico
quién sabe de qué raíz etimológica, viene aquello del género femenino y es;
aquello que sabemos: Escribir y organizar el mundo en palabras, eso ya es pensar y tener conciencia de habla.
En cualquier división
de género arcaica que realizamos: poesía, novela, crónica, el lenguaje, el
lenguaje se mueve por cualquier parte, entra y sale se enreda en nosotras, que
pensamos no estar al servicio de su belleza, pues como escritoras, sabemos que
el lenguaje crea un problema, tiene fondo.
Es importante revisar la Constitución , cómo
está escrita, y pensar que para nuestras demandas, no se ha movido ni medio
punto. Es muy válido releer y revisar la literatura como homonorma y leerla con el fin de derribar lo que se
inventa en su nombre.
Querida Astrid, has
escrito un libro en tres partes, la memoria, el escarabajo como una forma de
refugio, y el insomnio. Vale decir estar en vela. No poder dormir. No poder
descansar. A través de estos tres momentos, Asteriza, es el único refugio al
que alude la sujeto de la trama del discurso de la desesperación y el caos.
El estar Off, también
es un estado, momento, sensación que alude un afuera, haberse perdido y haber
perdido un centro. Y eso en poesía es estar fuera de si, salirse.
Se puede decir, que es
el enunciado en off, lo contrario de estar, In, adentro. En off Astrid
Fugellie, en una tapa color rosa, podría absolutamente ser el color de la
mujer, y ser la imagen de una pájara transparente con alas desplegadas,
copulando o espejeándose en otros, otras.
Eso se lee como
introducción al abrir la carátula, cuyo fin es decir el interior que habla,
dice, la lengua, dice verdadera por entremedio del ramaje lenguaje, dice:
trágica, dice: temblor de la tragedia en la caída. Y como crisálida siempre en
transformación en plena metamorfosis, no
solo en pos de la invención de otra lengua a partir de Huidobro.
Inventar otra lengua
que sea posible decirnos, lo que realizó Huidobro, en un abecedario personal y
colectivo, que renovó el lenguaje cantarino lírico y su paisajismo provinciano,
por medio de una lengua cosmopolita, cursó uno nuevo destino en la poesía
chilena.
Astrid lo hace para
conjurar el presente y la experiencia existencial de la caída, pero también
para construir su alfabeto, escrito en el cuerpo, una coraza de metáforas, una
casa, el signo refugio, que le sirve de sobrevivencia a través del bello diseño
de la caparazón de la chinita nuestra. De esta coleóptera con alas rasantes
para volar, volar de flor en flor, de palabra en palabras.
Carmen Berenguer