jueves, 28 de agosto de 2014

La Traición



                                                     a Jorge Teillier

La muerte danza en las encendidas
del apego:

-¡Que no quiero verte!

-Déjame en el estío.

Cómplice de esa queja la ciudad antropófaga
muestra cielos encarnados:

-¡Que no quiero verte!

-Déjame en el estío.

La calle, hasta el tope de abandonos,
amaranta en automóviles

y los fracasados                         vocean:

-¡Que no quiero verte!

-Déjame en el estío.

Cuando la aurora                       muere
el desamparo hace ruinas a los dañados
de amor:

-¡Que no quiero verte!
-Ya te dije que me dejes llorar
en el estío.


Astrid Fugellie Gezan
En “La Generación de las Palomas”

Editorial La Trastienda. Santiago, 2005.