martes, 1 de abril de 2014

El televisor


Le digo al televisor:
nos comprendemos bien
tú con las imágenes recién lavadas
yo, con mi silencio.

Ambos nos apagamos
tú, con el frío de la noche
yo, por el cansancio de mis ojos.

Le digo al televisor:
hoy nos entendemos mejor que nunca
tú, con las noticias del invierno
yo, con mi devastador aguaviento
y en el  anochecer tu sombra y la mía  
besándose en el resplandor de la pantalla.

Le digo al televisor:
esta noche nos hermanamos
tú, con tus cadáveres delante de la pared, y
ese ruido casi dulce
yo, con mi insomnio frente al ventanal
a punto de caer
junto a los goterones de la lluvia.



Astrid Fugellie Gezan
Del libro inédito “La buhardilla”