El poeta y
artista chileno recitará este domingo en el Salón 7 de Copas, para inaugurar la
primera edición del ciclo internacional "Poetas de Otros Mundos",
fundado por Ángel Guinda y el sello Olifante.
"Quiero
presentarles al Poeta Theodoro Elssaca, venido de la lejana tierra de
Neruda, poseedor de este enigmático apellido Elssaca, que ya me suena a
posteridad: Balzac - Elssaca - Baudelaire. Escuchemos su poesía intensa y
poblada de imágenes". Así saludaba Rafael Alberti, en 1986, la
aparición de Theodoro Elsacca (Santiago de Chile, 1958), que ya había
residido en varios lugares de Europa, entre ellos París y Madrid, y que ya
tenía varios libros a su espalda: ‘Arte de morir’ (19183) y ‘Viento sin
memoria’ (1984).
Elssaca ha sido invitado por Ángel Guinda a inaugurar el ciclo ‘Poetas de otros mundos’, este domingo, a las 19.30, en el café 7 de copas (calle Blancas), un acto promovido por el poeta y la editorial Olifante desde el Fondo Poético Internacional "que nace en recuerdo de la Oficina Poética Internacional (OPI) de Miguel Labordeta, y tiene delegaciones en varios lugares".
Theodoro Elssaca cuenta con una decena de poemarios que recopilar en ‘Travesía del Relámpago’ (Vitruvio, 2013), donde incorpora varios poemas inéditos, entre ellos ‘Viaje al fin de la noche’, que le inspiró la muerte de su hijo Américo, que nació de su relación con una mujer española, y también incorpora siete caligramas. A Elssaca, artista plástico y fotógrafo con numerosas exposiciones, le encanta improvisar caligramas a la manera de Apollinaire. Dice casi a modo de poética: "El tema de mi poesía es una búsqueda de respuestas a las grandes preguntas sobre el origen desde una perspectiva antropológica. Una búsqueda del sentido. Es una poesía sobre las raíces, el viaje, la memoria y la naturaleza, y también expresa el asombro ante las cosas esenciales que ya no vemos".
"Antes de ser parido, ya era poesía", escribe el autor chileno en su ‘Ars poética’. Agrega luego: "En la madurez de mi poesía, ya no contemplé tanto la piel de las palabras, sino que inicié un sagrado periplo al interior de cada una, para saber de ellas, para otear sus pensamientos, advertir sus gestos o ademanes y celebrarlas hasta besar su alma". El libro ‘Travesía del Relámpago’ lleva un prólogo de Ángel Guinda.
La historia de Elssaca es muy literaria: hijo de un pensador y de una concertista de piano, conoció, con sus padres y a los trece años, a Pablo Neruda. Lo vio hasta en tres ocasiones "porque nosotros veraneábamos muy cerca de Isla Negra". Una vez les dedicó a sus progenitores el ‘Canto General’; otra se citaron en un café.
"Neruda me pareció un oso polar gigante, un hombre fascinante y cariñoso. Jamás he podido olvidarlo". Como tampoco ha olvidado a su amigo Nicanor Parra: forma parte del comité de honor del centenario de su nacimiento, que se cumple en septiembre y Nicanor parece que llegará a él. "Nos hemos visto, hemos hablado. Siempre recordaré el día que me llevó a su casa, a una especie de almacén de libros, buscó entre sus cosas y me enseñó la última carta que le envió su hermana Violeta Parra, antes de suicidarse. Ella, entre otras cosas, le explicaba el dolor que le había producido que en su país no hubiera encontrado una sala para exponer su pintura, sus bordados, sus papeles, tras haberlo hecho en el Museo del Louvre de París y en Bruselas. Fue una experiencia particular: la mujer que escribió y cantó ‘Gracias a la vida’, acabó suicidándose. Y esa carta confesaba su dolor".
La vida de Theodoro Elssaca está llena de aventuras. Fue dado por muerto tras una expedición al Amazonas, en la que fallecieron tres compañeros, a los que dedica un poema, y viajó a Isla de Pascua, donde hizo uno de sus mejores libros de fotografía en color. Intentó acercarse al enigma de sus habitantes, con su peculiar forma de vida que abraza el misterio y una compleja relación con la naturaleza, la antropología y el esoterismo.
En su paso por Aragón, ha traído un libro de relatos: ‘Fuego contra hielo’ (Verbum, 2014), una treintena de cuentos de atmósfera mágica que transcurren en diversos lugares del mundo: Buenos Aires, Valparaíso, Estambul... "Mis cuentos son como un gran bosque donde los lectores son invitados a penetrar para disfrutar de una lectura gozosa".
El Fondo Poético Internacional y la Editorial Olifante otorgaron a Theodoro Elssaca el Primer Premio "Poetas de Otros Mundos". El prestigioso galardón le fue entregado por el Cónsul de Chile en Aragón, Sr. Pedro Valdivia, el poeta Ángel Guinda y la editora de Olifante, Trinidad Ruiz Marcellán.
Elssaca, enamorado de la Aljafería, de los museos de Pablo Gargallo y Pablo Serrano o de Goya, se siente muy orgulloso por inaugurar este proyecto de ‘Poetas de otros mundos’ que ha creado el Fondo Poético Internacional presidido por Ángel Guinda, premio de las Letras Aragonesas de 2010, y la editorial Olifante. A Elssaca le sucederán Ahmad Yamani (Egipto), Mohsen Emadi (Irán), Subhro Brandopadhyay (India), Casimiro de Brito (Portugal), Thomas Boberg (Holanda), Natalia Handal (Palestina), Rita Baldassari (Italia) y Andrés Unger (Perú).
Elssaca ha sido invitado por Ángel Guinda a inaugurar el ciclo ‘Poetas de otros mundos’, este domingo, a las 19.30, en el café 7 de copas (calle Blancas), un acto promovido por el poeta y la editorial Olifante desde el Fondo Poético Internacional "que nace en recuerdo de la Oficina Poética Internacional (OPI) de Miguel Labordeta, y tiene delegaciones en varios lugares".
Theodoro Elssaca cuenta con una decena de poemarios que recopilar en ‘Travesía del Relámpago’ (Vitruvio, 2013), donde incorpora varios poemas inéditos, entre ellos ‘Viaje al fin de la noche’, que le inspiró la muerte de su hijo Américo, que nació de su relación con una mujer española, y también incorpora siete caligramas. A Elssaca, artista plástico y fotógrafo con numerosas exposiciones, le encanta improvisar caligramas a la manera de Apollinaire. Dice casi a modo de poética: "El tema de mi poesía es una búsqueda de respuestas a las grandes preguntas sobre el origen desde una perspectiva antropológica. Una búsqueda del sentido. Es una poesía sobre las raíces, el viaje, la memoria y la naturaleza, y también expresa el asombro ante las cosas esenciales que ya no vemos".
"Antes de ser parido, ya era poesía", escribe el autor chileno en su ‘Ars poética’. Agrega luego: "En la madurez de mi poesía, ya no contemplé tanto la piel de las palabras, sino que inicié un sagrado periplo al interior de cada una, para saber de ellas, para otear sus pensamientos, advertir sus gestos o ademanes y celebrarlas hasta besar su alma". El libro ‘Travesía del Relámpago’ lleva un prólogo de Ángel Guinda.
La historia de Elssaca es muy literaria: hijo de un pensador y de una concertista de piano, conoció, con sus padres y a los trece años, a Pablo Neruda. Lo vio hasta en tres ocasiones "porque nosotros veraneábamos muy cerca de Isla Negra". Una vez les dedicó a sus progenitores el ‘Canto General’; otra se citaron en un café.
"Neruda me pareció un oso polar gigante, un hombre fascinante y cariñoso. Jamás he podido olvidarlo". Como tampoco ha olvidado a su amigo Nicanor Parra: forma parte del comité de honor del centenario de su nacimiento, que se cumple en septiembre y Nicanor parece que llegará a él. "Nos hemos visto, hemos hablado. Siempre recordaré el día que me llevó a su casa, a una especie de almacén de libros, buscó entre sus cosas y me enseñó la última carta que le envió su hermana Violeta Parra, antes de suicidarse. Ella, entre otras cosas, le explicaba el dolor que le había producido que en su país no hubiera encontrado una sala para exponer su pintura, sus bordados, sus papeles, tras haberlo hecho en el Museo del Louvre de París y en Bruselas. Fue una experiencia particular: la mujer que escribió y cantó ‘Gracias a la vida’, acabó suicidándose. Y esa carta confesaba su dolor".
La vida de Theodoro Elssaca está llena de aventuras. Fue dado por muerto tras una expedición al Amazonas, en la que fallecieron tres compañeros, a los que dedica un poema, y viajó a Isla de Pascua, donde hizo uno de sus mejores libros de fotografía en color. Intentó acercarse al enigma de sus habitantes, con su peculiar forma de vida que abraza el misterio y una compleja relación con la naturaleza, la antropología y el esoterismo.
En su paso por Aragón, ha traído un libro de relatos: ‘Fuego contra hielo’ (Verbum, 2014), una treintena de cuentos de atmósfera mágica que transcurren en diversos lugares del mundo: Buenos Aires, Valparaíso, Estambul... "Mis cuentos son como un gran bosque donde los lectores son invitados a penetrar para disfrutar de una lectura gozosa".
El Fondo Poético Internacional y la Editorial Olifante otorgaron a Theodoro Elssaca el Primer Premio "Poetas de Otros Mundos". El prestigioso galardón le fue entregado por el Cónsul de Chile en Aragón, Sr. Pedro Valdivia, el poeta Ángel Guinda y la editora de Olifante, Trinidad Ruiz Marcellán.
Elssaca, enamorado de la Aljafería, de los museos de Pablo Gargallo y Pablo Serrano o de Goya, se siente muy orgulloso por inaugurar este proyecto de ‘Poetas de otros mundos’ que ha creado el Fondo Poético Internacional presidido por Ángel Guinda, premio de las Letras Aragonesas de 2010, y la editorial Olifante. A Elssaca le sucederán Ahmad Yamani (Egipto), Mohsen Emadi (Irán), Subhro Brandopadhyay (India), Casimiro de Brito (Portugal), Thomas Boberg (Holanda), Natalia Handal (Palestina), Rita Baldassari (Italia) y Andrés Unger (Perú).
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